A principios del mes de Septiembre de 2008 se publicó la nueva organización de las materias optativas en el Bachillerato (resolución 14807/2008 publicada en el BOE del 11/09/08) que debe aplicarse a partir de este curso escolar 2008/2009. Entre todas las asignaturas que se detallan, se menciona la de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que «debe permitir al alumnado investigar sobre las posibilidades que ofrecen las TIC en los distintos campos de la vida cotidiana, con el fin de contribuir a su desarrollo personal y social, y a su madurez académica y profesional, preparándole para su posible incorporación al mundo laboral o a una formación académica posterior«.
La forma de llevar a cabo esta investigación «requiere un enfoque metodológico activo y participativo, de tal modo que el alumnado, a partir de las indicaciones del profesorado, adquiera y consolide sus conocimientos y destrezas, con la finalidad de poner en práctica los mismos para lograr un adecuado manejo de las TIC de forma cada vez más autónoma y formar un alumnado competente en el uso de estas tecnologías. En este sentido, deberán tenerse en cuenta las características y necesidades del alumnado que curse esta materia, su situación de partida y diversidad de conocimientos previos, así como sus intereses y expectativas«.
La experiencia en la enseñanza de la asignatura de TIC a lo largo de varios años, me permite decir que una parte del alumnado que llega a primero de Bachillerato no tiene las mínimas destrezas con el manejo del ordenador, algo que se les podría suponer tras pasar por la ESO, llegando al punto de tener personas que nunca ha usado un ordenador.
Ante esta realidad, sólo cabe la opción de empezar desde lo más sencillo (los componentes del ordenador) e ir construyendo sobre él. Además se ha de tener en cuenta que a partir de este curso escolar la asignatura tiene dos sesiones semanales, ha sido reducida a la mitad de las horas que tenía. Si ya era difícil ver todo el temario, más aún lo será ahora con el recorte de horas. Por tanto, se impone mezclar todos los temas de la asignatura, reorganizándolos en proyectos de clase que conjuguen todos los aspectos posibles.